El inconveniente que tuve fue que varias veces me accidenté la nariz haciendo pruebas de paracaidismo. Más de una operación de nariz por algunas fracturas me la dejó bastante torcida. Ello me llevo a buscar información sobre la rinoplastia. Necesitaba darle a mí nariz su naturalidad acorde a mí cara.
Después de buscar información en las redes sociales y llegar a contactarme con un especialista en el tema. Me habló de lo importante de hacerme la cirugía de nariz de tabique desviado. Que mi vida volvería a ser confianza y de vibras positivas. El médico me explicó de los exámenes que debía someterme antes de la operación. Y de la recuperación postoperatorio. Su buena disposición y confianza me dio seguridad aclarando todas mis dudas.
Llegó el día de la operación y tenía un poco de nervios. Pero estaba seguro y confiado de mi decisión. No sentí dolor, desperté después de la anestesia. Me sentía cómodo. Una vez en casa hice los recaudos que me indicó el médico. El día que el especialista me retiró la venda y vi mi nariz perfecta sin estar torcida me emocioné, el cambio era asombroso. Me sentía renovado. Alegre de todo el cambio. Lloré por la emoción.
Ya ha pasado un año desde la cirugía de nariz y todo lo que hago lo realizo con una energía y alegría cómo nunca lo hacía. Mi felicidad no tiene límites. Mis amigos y mi novia, hasta se contagian de mi buen humor. Hoy me cuido y en mi trabajo de docente, les advierto a mis alumnos sobre la importancia de que evitemos hacer deportes extremos donde arriesgamos nuestro cuerpo. Mi consejo es que si tienes algún problema con tu nariz, te animes a hacer ese cambio que te hará feliz, de verte bien en lo estético y mejorar tu la salud. Anímate.